Algunos hombres lo entienden. Incluso muchos ya saben cómo hidratarse y exfoliarse, pero la mayoría de los hombres todavía no lo ha entendido. Aquí enumeramos algunos trucos para verse mejor.
LA PIEL
El humano promedio tiene 1.8 metros cuadrados de piel, lo que la convierte en el órgano más grande del cuerpo. La piel sirve básicamente para protegernos de infecciones, y por eso es tan importante cuidarla.
Si no te limpias la piel, las bacterias y hongos se alojarán en la superficie. El problema real comienza cuando se abren paso al flujo sanguíneo a través de un corte o una herida. Eso puede generar picor, ardor y, incluso, algo peor. Y, aunque es muy poco común, una infección bacteriana en el flujo sanguíneo puede llegar a ser mortal.
Si eres obeso, los pliegues también pueden generar infecciones que laceran la piel y la hacen más vulnerable a las enfermedades.Con agua y jabón suele bastar, pero también puedes explorar otras opciones. Los consumidores estadounidenses gastaron unos 2.500 millones en productos cosméticos y de cuidado de la piel para hombres en 2014, de acuerdo con Euromonitor International, una empresa de investigación de datos de mercado.
LOS PIES Y LOS DEDOS
Los hombres se pueden clasificar en dos grupos: los que usan sandalias en las duchas públicas y los que no.
Una investigación llevada a cabo en 2012 por el Institute for Preventive Foot Health descubrió que 44 millones de personas sufrieron pie de atleta (29% de los hombres, contra 12% de las mujeres) Una de las teorías es que los hombres suelen utilizar zapatos más pesados y cerrados, lo que genera hongos y picazón.
Si no se trata el pie de atleta, puede generar dolorosas ampollas o decolorar o quebrar las uñas. El hongo también puede expandirse a otras áreas del cuerpo, como la ingle, donde genera tinea cruris.
Por eso, cámbiate las medias, usa zapatos ventilados, mantén los pies secos y, si vas a una ducha pública, usa sandalias.
LAS MANOS Y LAS UÑAS
La mayoría de los hombres sabe que se tienen que lavar las manos después de ir al baño. Pero, ¿cuántos lo hacen realmente? Muchas enfermedades respiratorias y gastrointestinales se transmiten por llevarse las manos a los ojos, nariz y boca. Las bacterias que causan estas enfermedades también se alojan bajo las uñas. “No es difícil lavarse las manos”, comenta Nancy Bock del American Cleaning Institute “Lavarse con agua y jabón por veinte minutos es una forma sencilla de mantenerse saludable”.
LAS AXILAS
Un clásico de la higiene masculina son las axilas: tener sudor, olor y picazón puede ser una verdadera pesadilla, sin contar lo que le costará al bolsillo limpiar todas las camisas con manchas amarillas debajo de los brazos.El cuerpo humano tiene entre 2 y 4 millones de glándulas sudoríparas. Las de las axilas se llaman glándulas apócrinas y secretan fluidos aceitosos con proteínas y grasas. El sudor en sí no tiene olor, pero si está en contacto con bacterias de la piel, puede apestar. Una solución sencilla es bañarse a diario con agua y jabón.
Alrededor de un 3% de la población estadounidense tiene sudor excesivo, conocido como hiperhidrosis. La Sociedad Internacional de Hiperhidrosis asegura que los antitranspirantes funcionan, incluso aquellos que se pueden adquirir con prescripción médica.
BOCA, DIENTES Y ENCÍAS
No olvides cepillarte los dientes a diario. No es solo por el mal aliento: cuando no te cepillas y te pasas hilo dental, las bacterias se alojan en la boca para formar la placa, que produce el ácido que destruye el esmalte dental y genera caries.
Además, si no lo tratas, puede generar sarro, placa endurecida, que irrita las encías y produce gingivitis. En última instancia, esto puede generar infecciones y enfermedades bucales.
LAS OREJAS
¿Te limpias las orejas con bastoncillos al salid de la ducha? Es hora de que pares. Los médicos dicen que el uso de hisopos puede perforar el tímpano o alojar la cera en lugares más profundos del oído, lo que puede causar pérdida temporaria de la audición, mareos, vértigo o dolor.
La cera de los oídos se expulsa naturalmente cuando masticamos, con ayuda de los músculos de la mandíbula. También existen personas que generan demasiada cera, por cuestiones genéticas.
La Academia Estadounidense de Otorrinolaringología recomienda utilizar agua o soluciones a base de aceite para limpiar los oídos.
En Japón, existe toda una industria dedicada a la limpieza de oídos y las “tiendas de oído” están comenzando a poblar la ciudad. Los hombres pueden ir a tomar un té y descansar la cabeza en la falda de una mujer con kimono encargada de limpiarle los oídos y masajearle las orejas.
CABELLO Y CUERO CABELLUDO
¿Cada cuánto te lavas el pelo con champú? muchos dermatólogos y estilistas consideran que lavarse el pelo a diario le quita los aceites necesarios y genera sequedad y daño. Lo ideal sería lavarlo tres veces a la semana.
¿Y qué pasa cuando entras a la ducha y solo ves el champú de tu esposa? Nada. En realidad, no hay mucha diferencia entre los shampús de mujeres y hombres más allá de la marca, el envase y la fragancia.
LA ESPALDA
¿Conoces el acné en la espalda?
Tal vez no pienses demasiado en tu espalda, debido a que es difícil vértela en el espejo o alcanzarla en la ducha. El problema es que el acné crece tanto en la cara como en la espalda. Las glándulas que mantienen la hidratación en la piel y el pelo pueden taparse si tienes exceso de células muertas o grasa, y esto atrae bacterias que causan inflamación y granitos.
Puedes ponerte una loción antiacné o comprar un jabón con ácido salicílico para tu baño matutino. Una buena alternativa es comprar una esponja con mango largo para llegar a higienizar toda la espalda.
LA CARA
Todos los días, se nos caen millones de células muertas de la piel. Cuando nos lavamos la cara, nos limpiamos la acumulación de células muertas, junto con el exceso de grasa y otras sustancias que pueden estar tapando los poros.
Por lo general, la piel de la cara del hombre es más gruesa que la de la mujer, por lo que es menos receptiva a los limpiadores y humectantes faciales. Lo importante es encontrar algo que funcione para tu tipo de piel, que reduzca la irritación después del afeitado o una loción para mantener la barba. Las afeitadoras eléctricas también son una buena opción.
LOS GENITALES
Es la parte que los hombres más cuidan y quieren. Pero, ¿cómo pueden protegerla?
Los médicos recomiendan limpiar el pene suavemente con agua tibia. Si no estás circuncidado, recuerda retraer la piel del prepucio y lavar dentro. Si no lo haces, se producirá una sustancia pastosa llamada smegma. El smegma es un lubricante natural que ayuda a mantener lubricado el pene, pero si se acumula, empieza a tener olor y es un caldo de cultivo para bacterias, lo que causa enrojecimiento e hinchazón (balanitis).
Lavar el pene con elementos astringentes también puede causar hinchazón. Los médicos sugieren evitar el uso de polvos o desodorantes en el pene, ya que pueden generar irritación. Y cuando te laves, no olvides revisarte los testículos en busca de bultos o cualquier irregularidad que pueda llamarte la atención.
LA NARIZ
La nariz puede ser un receptáculo de virus y bacterias, como el Staphylococcus aureus, o estafilococo dorado, que puede causar infecciones.
Tener sucias las fosas nasales puede tener consecuencias inmediatas. El doctor Thomas Connelly, dentista residente en Nueva York, escribió en el Huffington Post en 2012 un artículo acerca de la inflamación de las fosas nasales y el exceso de moco que cae en el fondo de la boca dan paso al crecimiento de bacterias, lo que genera mal aliento.
Además, tener sucias las cavidades nasales también genera los ronquidos. Lo mejor es limpiarla con un descongestivo, una ducha caliente o hacer gárgaras con un enjuague bucal. También están quienes prefieren limpiarse la nariz directamente con agua.
Fuente: Michael Ko para MSN Healthy Living