Es inevitable hablar de este importantísimo tema en esta temporada: la gran fiesta de fin de año de la empresa. Un evento para compartir, divertirse y, desafortunadamente, con un gran potencial para equivocarse.
¿Cómo? Sí, resulta que aunque no lo parezca, esta fiesta es una extensión del ambiente laboral, y entre tantos brindis, abrazos y alegría, es fácil confundirse y caer en un enorme ¡Qué hice!
Pero no te apures, aquí la lista para que no te equivoques…
¡Asiste! Por más inocente que parezca, este evento es una gran oportunidad para presentarte a personas que rara vez tienes la oportunidad de ver, tal como socios de altos mandos o de otros departamentos.
Este evento, sin ser su propósito principal, es clave para ampliar tu red de contactos. Total, si de verdad no quieres hablar con nadie, no pasa nada, el simple hecho de estar presente y con buena actitud te da puntos.
Prohibido beber demasiado. En efecto, hay barra libre y eso es digno de disfrutarse, pero mantén la calma.
El alcohol te desinhibe, alterando tu juicio considerablemente y podrías terminar haciendo o diciendo cosas que normalmente no harías en el pasillo de la oficina. Por ejemplo bailando encima de la barra
Elige el outfit adecuado.
No confundas la fiesta con una oportunidad para ligar, enamorar o encarretarse. Es importante socializar y ser agradable, pero mantén una distancia apropiada, y, por favor, no aproveches para abrazar de más.
Disfruta la fiesta. Con el fin de lograr este melodioso evento, probablemente la compañia invirtió una suma de dinero significativa para que te la pases bien.
¡Haz que valga la pena! (responsablemente).
No quieras empezar a contar chistes racistas, groseros, sucios o machistas. No es el momento, ni el lugar, ni la audiencia (y probablemente nunca lo sea).
Pregunta si puedes llevar acompañante y si te dijeron que no, apégate a las reglas. No se trata de acercarse una silla extra y, ¡listo!
Además de que es de muy mal gusto ignorar las reglas establecidas, este tipo de eventos requieren de mucha planeación y logística que puedes afectar (más de lo que te imaginas) llevando a un invitado-no-invitado.
No comas como si no hubiera un mañana. Si es necesario, degusta un pequeño refrigerio antes del evento, pero no hay nada peor que ver a alguien devorándose el buffet, arrasando con la canasta del pan o pidiendo doble porque ‘no se llenó.’
Recuerda, la mesura es elegancia pura.
Se positivo, alegre y amable. Nadie quiere escuchar quejas, lamentos o críticas a otras personas.
No te pongas a hablar de negocios, no pidas un aumento de sueldo o alardees tanto de tus logros que la gente te confunda por el ganador al empleado del año.
La modestia es clave para un futuro exitoso.
Sé cordial. En caso de que tengas que hacer fila para algo, ya sea para la entrega de regalos o para alguna dinámica de participación o sorteo, espera tu turno.
Respeta a los demás y POR FAVOR no seas abusivo. ¡Es de pésimo gusto!
Fuente: glamour.mx