Los rayos ultravioleta reducen las reservas de antioxidantes de nuestra piel hasta en un 50% provocando con ello una disminución de la protección natural de la epidermis y dejándola expuesta frente a los efectos nocivos del sol. Si vamos preparando nuestra piel , conseguiremos protegernos mucho más estas vacaciones y evitar daños graves. Te contamos cómo conseguirlo.
¿Qué puedes hacer para proteger tu piel antes de tomar el sol?
Además de salir a la calle con protección solar, haciendo hincapié en tu rostro, hay otras formas de protegernos antes de ponernos a tomar el sol. Prepara la piel de cara al verano y consigue así un bronceado más intenso, más duradero y mucho más saludable.
No es ninguna novedad, a la hora de broncearnos debes contar con la protección adecuada, teniendo en cuenta el tipo de piel, color del pelo o, por ejemplo, si tenemos pecas. Debemos mantener una buena hidratación, siempre acompáñate de una botellita de agua. Pero, además, puedes hacer mucho más por tu piel que utilizar fotoprotector. La ingesta de frutas y verduras ricas en betacaroteno (zanahorias, papaya, tomate, espinacas…), vitamina E (frutos secos, trigo, aceite de oliva, aguacate…) y, por supuesto, vitamina B, ayudan a proteger la melanina y fortalecer la piel. Además la vitamina C (limón, naranja, kiwi, mandarina…) tiene un gran poder antioxidante que evitará que tu piel sufra en exceso y contribuirá a que tomes color antes. Con una alimentación adecuada, en la que incluyas estos alimentos, estarás ayudando a tu piel a que se prepare para las vacaciones.
Una vez comenzado el proceso de bronceado, basta con mantener el tono con una loción de aloe vera después de la ducha, para prevenir así el envejecimiento prematuro y reparar los tejidos. Los complementos alimenticios son otros grandes aliados a la hora de preparar tu piel para el sol, protegerla y mantener el bronceado. Además, tienen una función extra ya que ayudan a reparar y proteger tu piel.
La función de los complementos alimenticios
Los complementos alimenticios suelen ser de origen natural y su labor es preparar y proteger tu piel para recibir el sol. Estimulan el bronceado y activan las defensas de la piel, así esta sufrirá menos a la hora de exponerte a los rayos ultravioletas. La mayoría de ellos ayudan a intensificar el bronceado si los seguimos tomando mientras nos damos baños de sol y tras la época de sol. Prolongan el bronceado y regeneran la piel con una acción hidratante y antiarrugas. Aportan flexibilidad a la piel y proporcionan un bronceado luminoso y duradero.
Para aprovechar todos sus beneficios se deben tomar un mes antes (o 15 días) de exponernos al sol, mientras y después. Un comprimido es bastante y los resultados son inmediatamente visibles y, a la larga, notarás que este año tu piel no ha sufrido tanto como esperabas.
Fuente: Cosmopolitan