Hace unos años era impensable que un veterinario pasara consulta en casa salvo casos excepcionales en los que el desplazamiento a una clínica fuera del todo inviable. Por aquel entonces, este servicio lo realizaban únicamente las clínicas y siempre añadiendo a la tarifa de la consulta un plus por desplazamiento. Hoy en día las cosas han cambiado, la atención veterinaria a domicilio es un concepto muy habitual y poco a poco empieza a ser tendencia en nuestro país.
Existen muchas razones por las que optar por la atención veterinaria en casa… ¿Cual es la tuya?
Menor estrés para tu mascota
La visita a la clínica veterinaria siempre supone un estrés importante. Los animales comienzan a ponerse nerviosos incluso antes de entrar: los perros porque se conocen el camino y los gatos… bueno, hay gatitos que sólo intentar meterlos en el transportín para salir de casa ya supone una odisea. Además, cuando la consulta se realiza en el domicilio, incluso si el procedimiento supusiera alguna molestia (como un inyectable) el ambiente familiar y conocido hace que olviden rápidamente cualquier situación desagradable.
Menor exposición a fuentes de infección
Existen determinados momentos de la vida en que el sistema inmune de nuestras mascotas no se encuentra a pleno rendimiento. Es el caso de los cachorros en periodo de vacunación o animales inmunodeprimidos (inmunodeficiencia felina, pacientes oncológicos…), para ellos, la visita a un centro veterinario puede suponer el contacto con animales enfermos o portadores de enfermedades contra las que nuestra mascota no está preparada para luchar.
Mayor comodidad
Hoy en día se puede hacer casi todo desde casa ¿por qué no también atender la salud de las mascotas? Ya no es necesario desplazarse, ni esperar turno en la sala de espera, sólo tienes que concertar tu cita y acudiremos puntualmente dónde y cuando quieras. Nos adaptamos a tus necesidades.
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